Cómo superar la fobia a los ascensores
A pesar de que todavía no se considera una fobia como tal, la aversión a los ascensores es una realidad que sufren a día de hoy muchas personas en el mundo. Realmente esto se trata de un problema considerable ya que prácticamente los ascensores, se encuentran en cualquier edificio e incluso algunos medios de transporte como por ejemplo los barcos. A pesar de que están considerados como el transporte más seguro del mundo, el miedo que existe en estas personas, resulta irracional.
Este miedo se encuentra en relación a dos fobias existentes, la claustrofobia y la agorafobia. La claustrofobia se define como el miedo que se experimenta ante los espacios cerrados y que duda cabe que el ascensor, es uno de ellos. Por otro lado, la agorafobia es el miedo a quedar atrapado en una situación en donde escapar, resulta especialmente complicado. En resumen, el ascensor es la mezcla perfecta de estas dos situaciones.
El origen
Habitualmente estas fobias se suelen desarrollar a través de una experiencia pasada que fue la que causó el miedo. Por ejemplo, una persona que se haya quedado atrapada en el ascensor, es completamente posible que anteriormente no tuviera ningún tipo de miedo pero que, desde entonces, empezara a desarrollar esta aversión a los mismos.
De todos modos, una mala experiencia no es de obligado cumplimiento, ya que algunas personas desarrollan este tipo de fobia sin más, sin haber tenido anteriormente ningún problema con un ascensor. Por otro lado, los ascensores suelen ser un elemento recurrente en las películas de terror, aspecto que también podría ayudar a desarrollar este miedo desmedido.
¿Cómo superar estos miedos?
Existen varias fórmulas para tratar de solventar estos miedos al ascensor. Uno de los más habituales, es el conocer las reglas de seguridad que rigen los mismos, de cara a comprender que existen una gran cantidad de mecanismos que, por ejemplo, impiden la caída del propio ascensor.
Por otro lado, entender mejor el funcionamiento del mismo, ayuda bastante a comprender mucho mejor el ascensor y saber por lo tanto lo que se puede esperar de cualquier situación. Por este motivo, resulta mucho más complicado sorprenderse y por así decirlo, siempre se tiene la situación bajo control.
En el caso de que la fobia sea mucho más grave y todos estos aspectos no ayuden a la cura de la misma, la mejor solución pasa por recurrir a psicólogos profesionales, expertos en la materia. Con ayuda profesional se pueden tratar toda clase de fobias y los problemas con los ascensores, no suponen ninguna excepción.
Superar estos miedos, implica poder disponer de una vida mejor, ya no solo por la comodidad de poder viajar en ascensor, si no también porque muchas personas a lo largo de su vida han rechazado trabajos, debido a que para acceder a estos había que tomar un ascensor.